miércoles, 25 de abril de 2018



CAMINO A SANTIAGO

En un templo budista, decidí conocer Santiago
cargué la mochila, Delibes y Kerouac
agnosticamente, busqué la mística radical
camino, paso, huella, sudor universal
la verdad no existe, inútil sacrificio
un cruce de caminos, perdí la dirección.
Ami, me dice un francés que no habla español
un brasilero, me abraza, me cuenta su tragedia
ojos de ángel, tomé ayahuasca contigo en el Perú
una gata italiana, me cuenta su infierno de pasión
un místico americano, roncando al cielo tronador
a un pájaro sediento, le di mi agua y mi amor.
Perdí mi arco, encontré la flecha amarilla
aventura, fantasía  de la ciudad prohibida
cantan las aves, sueños de nadie
la naturaleza y su fantástica promesa
camino es silencio, eco sin destino
tómalo o déjalo, el mundo está sin razón.
Vagamundos del camino, sow de los refugios
los buscones, las diosas con perfume a vinagre
soñadores utópicos, los alacranes
millonarios, visa negra y cinco estrellas
los pecadores, pacharán y aguardiente
fin de la tierra, volver a empezar.




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